Slanty Design es el término que se da al diseño que reduce, intencionadamente, aspectos de la funcionalidad o de la utilidad de un objeto. Es Russell Beale el que introduce el término allá por el año 2007 como un concepto que describe «el diseño que reduce a propósito los aspectos de la funcionalidad o utilidad». Lo describe como algo muy útil cuando el sistema tiene que abordar objetivos más amplios de los que un usuario pueda tener. Cuando, por ejemplo queremos evitar que se haga un uso que forma parte de algo menor y, sobre todo, menos deseable.
El diseño intencionado
Pero incorpora un mensaje mucho más amplio. Un diseño que dificulta a los usuarios a hacer cosas no deseadas, y no sólo centrándose en hacer fáciles de hacer las cosas deseadas. El diseño sesgado es lo que se hace intencionadamente para que el usuario no pueda realizar su tarea. O, mas bien, para que no realice lo que no queramos que haga. En lugar de colocar un cartel de «No sentarse» hacemos difícil lo fácil por lo que será complicado o incómodo para el usuario sentarse obligado por lo tanto a irse a otro lugar.
El principio de utilidad
Teniendo claro que todo el mensaje es mucho más amplio, si tratamos de hacer difícil para los usuarios las cosas no deseadas, aunque no nos olvidemos de hacer fáciles las cosas deseadas ¿no estamos limitando la experiencia de usuario?
Siempre saltan las alarmas cuando diseñamos procesos de baja, herramientas para controlar las notificaciones o cualquier otro proceso que «el cliente no desea que haga el usuario» pero, hay que diseñar también para esos procesos que no deseamos o que, a nuestro negocio no le interesa lo más mínimo. Y es ahí donde hay que mejorar la experiencia de usuario para que los usuarios realicen las cosas que no deseamos que hagan.
Prevenir el comportamiento
Pero hay una cosa más interesante en todo lo que Beale comenta. En sus estudios amplía el alcance del término para abarcar las interfaces o métodos de interacción diseñados para prevenir o desalentar el comportamiento de un usuario determinado, por razones que no necesariamente tienen que ser estratégicas.
Como diseñadores de interacción debemos crear sistemas más eficaces que se integran bien con el contexto complejo en el que vivimos. Usando las técnicas del diseño intencionado podemos centrarnos en las cosas que la gente no debe ser capaz de hacer con el producto. Incluir esa fase de evaluación para identificar, y eliminar, imprevistos. Y, sobre todo, esos efectos secundarios no deseados.
Quizás necesitamos algo más que la usabilidad para que todo funcione correctamente. El diseño es una conversación entre el usuario y el producto. Y entre los resultados deseados y los efectos secundarios no deseados. Y el comportamiento del usuario suele ser inferior al óptimo. Quizás estudiar este concepto y sus métodos nos acerque un poco más a diseñar para prevenir el error.
Bonus track
- Dan Lockton y su blog sobre arquitecturas de control
- 101 patrones para influir en el comportamiento a través del diseño: Design with Intent toolkit
- La imagen es cortesía de Matthew Traucht
Publicado mas o menos el 31 de julio de 2012 a las 3:33 pm por César García Gascón, archivado en las categorías Diseño de interacción, Experiencia de usuario, Usabilidad, UX y etiquetado cómo Diseño de interacción, Experiencia de usuario, interacción, interfaces, Usabilidad. Siéntete libre de comentar un poco más abajo si quieres.
1 comentario
No conocía el blog de Dan Lockton.
Gracias por el link.