Enviar a imprimir o… ese acto de fe

Enviar a la impresora un documento se sitúa a medio camino entre una clase de suerte y un acto de fe en el que esperamos que nos devuelva lo más parecido a lo que estamos viendo en la pantalla y que… no siempre ocurre.

Más de 20 años haciendo las cosas igual

A pesar de los avances en otras áreas de la tecnología, la interacción entre las personas, el ordenador y las impresoras sigue siendo la misma. Desde aquel puerto paralelo lo que más ha cambiado quizás sea la manera de conectarlas al ordenador pero… poco más. La experiencia de usar una impresora sigue siendo la misma desde hace más de 20 años. Damos por hecho que no tiene por qué imprimir lo que estamos viendo en pantalla. Es una tradición. Nos hemos acostumbrado a esa frustración. Es por eso que el momento de enviar un documento a imprimir hace que se convierta en un acto de fe.

See What You Print

Hacia un modelo mental… transparente

Cuando las personas usamos cualquier dispositivo, cualquier interfaz… nos vamos formando un modelo mental de cómo funciona y de cómo trabajar con él. Esta representación conceptual refleja la comprensión que tenemos sobre las actividades a realizar. Y está sujeta a los cambios que se producen conforme a la experiencia y el conocimiento que tenemos sobre el producto.

En el momento de lanzar un documento a imprimir, el usuario confía ciegamente en su modelo mental y se forman expectativas sobre la base de su modelo. Sin embargo, el modelo no tiene por qué ser una representación correcta de cómo funciona. Este desfase entre ambos modelos explica muchos de los problemas y, en este caso, de las frustraciones que sufrimos los usuarios, todos, a la hora de enviar a imprimir un documento.

La impresión… ese gran olvidado.

El mercado de las impresoras ha avanzado añadiendo características como la velocidad de impresión, la impresión a doble cara, la conexión wifi. Impresoras multifuncionales que pueden hacer de todo. Pero que se han olvidado de lo más importante: imprimir. Por eso me encanta este prototipo de artefact, porque hace sencillo lo que, con el tiempo, se ha convertido en demasiado complicado. Porque es capaz de evita la frustración de enviar un documento a la impresora y que aparezca otra cosa bien diferente. Porque minimiza la experiencia de esperar algo impredecible en el papel que nos va a devolver la impresora. Porque hace transparente el proceso. Porque muestra las imágenes o los documentos con la exactitud de cómo van a aparecer en el papel e incluso ver cómo se empieza a imprimir.

Este es uno de esos objetos que están diseñados para hacer mejor la vida de las personas. ¿No? ¿Tú que crees?

Bonus track
  • El concepto de la impresora es de Artefact

Publicado mas o menos el 9 de diciembre de 2011 a las 1:52 am por César García Gascón, archivado en las categorías Diseño de interacción, Internet, Usabilidad y etiquetado cómo , , , . Siéntete libre de comentar un poco más abajo si quieres.

2 comentarios

Responder a césar Cancelar la respuesta