¿Ya? O del principio de la tranquilidad

Llámalo retroalimentación o llámalo tranquilidad. La tranquilidad como una necesidad muy humana. No tanto informativa y más emocional. Tratamos de reducir la ansiedad.

Su foto… gracias

Este verano seguro que lo has oído mucho. Suena cada vez que realizamos una foto con nuestro teléfono móvil y muchos no habrán escuchado el sonido real de una cámara de fotos analógica. Con su movimiento de carrete. Pero diseñadores e ingenieros tiran de sonidos para retroalimentar a los usuarios. Para generar esa sensación de seguridad. Esa sensación de tranquilidad.

De los botones placebo... y otras historias

El principio de la tranquilidad (o de retroalimentación)

En el mundo digital en el que vivimos muchas de las acciones que realizamos tienen poca visibilidad y, por lo tanto, de las consecuencias de nuestras acciones. La tranquilidad es una necesidad humana. Es una forma más emocional que trata de generar una buena experiencia de usuario. Una forma de minimizar la ansiedad de las personas cuando pulsan un botón, giran una palanca o interactúan de alguna manera con la interfaz.

Está bien… te he oído y me pongo con ello…

La retroalimentación es necesaria y es muy útil para gestionar las emociones de los usuarios. Si realizada una acción vemos que no pasa nada, entramos en un periodo de preocupación, de nerviosismo. Un periodo en el que el usuario desconoce si su objetivo se ha cumplido o no.

Ofrece tranquilidad en tu interfaz

¿Qué está pasando? Si la interfaz carece de información clara sobre lo que está ocurriendo es fácil que los usuarios vuelvan a intentar realizar la acción o cancelen la operación tras obtener un resultado no esperado. Debemos preocuparnos por proporcionar la información correcta a nuestros usuarios. Cualquier persona no va a esperar más de unos segundos que no se produzca respuesta. Así que tan importante como otros principios hay que dedicar tiempo y proporcionar mecanismos para la retroalimentación.

Trata siempre de mantener informado al usuario sobre lo que está pasando, da información adecuada y en un tiempo razonable. Proporciona salidas de emergencia como una forma de permitir a los usuarios una manera fácil de escapar de sitios a los que llegan inesperadamente.

Y…

Ayuda a los usuarios a reconocer y recuperarse de los errores, utilizando un lenguaje sencillo para describir la naturaleza del problema y sugerir una manera de resolverlo.

Bonus track

Publicado mas o menos el 21 de septiembre de 2011 a las 5:49 am por César García Gascón, archivado en las categorías Diseño de interacción, Experiencia de usuario, Usabilidad, UX y etiquetado cómo , , , . Siéntete libre de comentar un poco más abajo si quieres.

2 comentarios

Hola Cesar, estoy totalmente de acuerdo con este post….¿te imaginas ir a visitar un museo donde no haya información de ningún tipo?…uppps quiero ir al baño, pero no veo carteles de ningún tipo .¿ande andará, no lo encuentro?, continuo la visita en el museo con la vejiga llena y paso por la colección de..de…de pues vaya, no sé de quien esa colección. Me empiezo a cansar y quiero largarme…pero antes voy a preguntar a qué hora cierran. Antes de hacer la pregunta escucho por megafonía: «Atención, atención: el museo cierra en 2 minutos»….Conclusión: experiencia de usuario tétrica…me voy sin saber que artistas exponían, con la vejiga a punto de explortar, y sobre todo con la firme intención de no volver nunca….es muchas webs pasa exactamente lo mismo….no sé si he realizado la compra, si la he hecho dos veces o si he comprado otra cosa diferente a la que había seleccionado en un principio.

Saludos

Hola kike,

Lo malo es que lo que comentas… también suele pasar… aquí la historia pasa por poner siempre el foco en las personas, sean clientes, usuarios o como los llamemos pero al final siempre son personas y deberíamos empezar a llamarlos por su nombre y apellidos… aunque si es verdad que pasa más en internet…

Gracias por tu visita!

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