La experiencia de usuario no sólo se mide en la web
Un cuidado diseño de la información nos hace a todos la vida mas fácil. La mayoría de las cosas que producen los diseñadores de información forman parte de la vida cotidiana: formularios, facturas, contratos, etiquetas, instructivos, sistemas de señales de tránsito, sitios web, libros de texto, etc…
En mi trabajo diario me centro en diseñar cosas de modo que sean fáciles de utilizar. En mejorar la experiencia de usuario. En hacer las cosas más fáciles. Mas sencillas. Y mejores. Y cuando se consigue uno se siente más feliz.
Guy Kawasaki en su libro El arte de emprender lo define de la siguiente manera: Crea algo con sentido. Y esto sirve para todo lo que hagamos en la vida.
Un simple trozo de papel
Cuando empezamos a trabajar en un proyecto. Debemos centrarnos en el contexto de uso. Esto es, buscar cuando va a ser utilizado. Para que se usa. Cómo. Por quien. Si trabajamos en entorno web es mas complicado. Pero si nos centramos en un billete de tren todo es mucho mas sencillo. O no.
A lo largo de mis idas y venidas en tren a Madrid. Me he encontrado con multitud de viajeros que no sabían encontrar su asiento. Ni tan siquiera el vagón. Viajeros de todas las edades. Y al final ellos mismos se culpaban de su torpeza.
Pues no. La culpa es de un billete mal diseñado. Un billete que deja de lado lo más importante a la hora de tomar un tren o un vuelo. El número de asiento o la misma puerta de embarque. Un diseño que da la misma importancia a todo el texto.
Redesigning the Boarding Pass
Buceando en internet me encontré con el blog de Tyler Thompson y su rediseño de tarjeta de embarque mucho mejor de lo que podría haber explicado y contando yo.
Un visión más profunda del caso
Timoni Grone realizó una revisión mayor del caso para incluir, como no, a los usuarios y definiendo los dos tipos de usuarios que manejan los billetes realizó un gran post y un mejor diseño de la información.
Crea algo con sentido
Qué fáciles podrían ser las cosas. Y no hablo de web ni de cajeros automáticos ni de nada tecnológico. Hablamos de los objetos cotidianos que nos hacen más fácil la vida.
Es como aquel ticket del restaurante que tras la cuenta indicaba lo que tenía que pagar cada comensal, Cada uno toca a… tan sencillo que nunca se le ocurre a nadie.
Publicado mas o menos el 2 de agosto de 2010 a las 5:58 am por César García Gascón, archivado en las categorías Diseño, Diseño de interacción, Usabilidad y etiquetado cómo casos, interfaces, interfaz. Siéntete libre de comentar un poco más abajo si quieres.
4 comentarios
Muy buen Post, César,
todo lo que habla del método KISS (Keep it Simple, Stupid), me encanta!! me parece genial el ticket «cada uno toca…»; por qué no se nos ocurrirán éstas cosas con lo simples que son?
Me ha recordado a un proyecto que estuve haciendo hace algunos años en un courier nacional bastante importante; existía un proyecto paralelo dedicado a racionalizar el albarán de entrega al cliente… muy en la línea con el espíritu del post; lo que a priori parece una cosa sencilla, hay que pensarla y repensarla, y no es tan fácil como parece, ni mucho menos.
Buen post; un saludo,
Pepe Moral
Gracias Pepe,
de eso trata la experiencia de usuario, y estas pequeñas cosas también lo son, de hecho tenemos que beber de fuentes para nada tecnológicas…
el tema de albaranes y facturas daría para más de un post, pero sobre todo lo que hay que hacer es como bien dices, pensar y repensar todo
un saludo
[…] Observar lo cotidiano para llevarlo a la interacción en el uso de cualquier interfaz. Esa es la clave de un buen diseño de interacción. Busca los incentivos en cualquier aplicación interactiva. Busca la manera de cumplir esos objetivos. […]
[…] modo online. Claro. De eso vivimos. Pero siempre, o casi siempre viene bien mirar hacia otro lado, hacia lo cotidiano para tomar […]