La usabilidad de una tuerca

Este verano estoy releyendo a Norman y su The Design of Everyday Things descubriendo cosas nuevas y aplicándolas a proyectos en los que trabajo ahora. Por cierto el libro sigue siendo genial…

Los errores de diseño se pagan

A más de 300 Km/h y 200 pulsaciones por minuto cualquier error puede resultar catastrófico. Y en el deporte, en el que sólo vale ser el primero, las diferencias pueden estar sólo en el número de errores. El pasado fin de semana durante el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, me fijaba en la cantidad de mecánicos que trabajan alrededor de un coche cuando éste está en boxes, es increíble. Todos esos mecánicos, sincronizados, trabajando a una velocidad de vértigo. Cierto es que a veces se producen errores, mas o menos graves, pero el grado de acierto es muy alto.

En este caso si hubo un error y unas tuercas saltaron desde uno de los neumáticos. La primera sentencia en televisión y radio fueron “el error humano” a la hora de colocar uno de los neumáticos.

Ya pero… ¿De que va esto?

Con el libro de Norman en la mano, vi muy claras algunas características que nos presenta. El principal concepto del libro es que cuando alguien comete algún error con un dispositivo, generalmente, no es culpa suya sino del diseño del dispositivo que no tuvo en cuenta al usuario durante su creación.

Características

El libro nos da una serie de características una, que quizás no cumpliese la famosa tuerca es la de retroalimentación, al ejecutar una tarea el resultado debe mostrarse al usuario, para así comprobar que la tuerca, en este caso, ha encajado correctamente.

De quién es la culpa

Apresuradamente podríamos pensar en el responsable de poner la tuerca, pero ¿cómo sabía él que no estaba bien colocada?

Seguramente no era la primera vez que las colocaba, pero la velocidad con la que se han de hacer los movimientos hace que sea un trabajo de precisión. El comunicado posterior de la escudería demuestra que, quizás, no era así… Textualmente:

“Hay un mecanismo de seguridad que sujeta la tuerca y no se soltó en la segunda parada”

Más adelante comenta que se modificará el diseño en el próximo Gran Premio. Esta parte resulta esclarecedora.

Las conclusiones de Norman dan la razón

La diferencia entre el diseño industrial y el diseño web puede ser esa (a parte de muchas otras). No dar por supuesto que es el usuario se equivocó. Imaginaos que el ingeniero que diseña la tuerca, sentado en su silla y frente al monitor, no piense en quién la va a colocar, en qué condiciones va a colocar la pieza, a qué velocidad debe hacerlo… y muchos otros factores.

Nuestro trabajo

Cuando hacemos de nuestro trabajo, diseñando interfaces, interacción… debemos dejar atrás esa tendencia de Diseñar Interacción utilizándonos a nosotros o a nuestros compañeros como “usuarios medios” cuando la realidad no es así.

Sabemos que el usuario tenderá ha hacerse culpable de sus errores, pero nosotros debemos reflexionar por qué un usuario que desea hacer una compra a través de internet, una consulta, un movimiento bancario o cualquier otra actividad… se equivoca, o abandona su intento.

Generalmente, como dice Norman, el verdadero culpable del error es el diseño de la interfaz, que no tuvo en cuenta al usuario durante su creación.

Referencias

Entrada, editada el 4 de Septiembre de 2006 a las 13:26.

Publicado mas o menos el 11 de agosto de 2006 a las 9:41 am por César García Gascón, archivado en las categorías Diseño de interacción, Usabilidad y etiquetado cómo , . Siéntete libre de comentar un poco más abajo si quieres.

3 comentarios

Responder a inquiettudes Cancelar la respuesta